La icónica Ciudad de la Luz cobra vida en esta esencia vigorizante y llena de pasión. Las notas de cabeza deliciosas y aireadas dan paso a una fragancia dulce y galante que evoca romance y nostalgia a través de susurros de una embriagadora variedad de propiedades almizcladas y coriáceas. Este aceite rico e intenso es tan majestuoso como la ciudad cuyo nombre lleva, e invita a la vida en su máxima expresión a cualquier espacio.